Como todo cobarde y traidor, sentado en su sillón de Rivadavia mandó llamar al más vil de sus mercenario; "Rauch". La orden fue precisa, aniquilar a esas bestias y arrebatarles la tierra. ¿Le suena? Una media sonrisa de perversa satisfacción, esbozó el milico. Luego partió a cumplir su tarea con feroz precisión, masacrando cuanto pacífico aborigen se le cruzara delante de su artero facón. Ancianos, mujeres, niños; todos supieron de su bravía obsecuencia por satisfacer a su patrón. Las consecuencias fueron nefastas, miles y miles de nativos dueños de la tierra y de su dignidad, murieron asesinados sin piedad. Unos pocos se quedaron con sus tierras, los" Luro", Los "Martínez de Hoz"; esclavizando a los sobrevivientes. Pero el día llegó. Y el cacique Ranquel "Arbolito" impartió justicia, haciéndole saborear el filo de su facón a ese tal "Rauch".
Zapo Aguilera.-2010.
3 comentarios:
Pachamama, es y será siempre fuente de vida..
Q los q no lo vean así.., dejen de existir..
Male.
Pd:
(Zapo, te invito a leer este post:
SAVIA DE PETRICOR
http://kamariaaamori.blogspot.com/2010/01/savia-de-petricor.html)
Lamentable verborragia desenfrenada de este Raur, si hubiera hablado, péro no lo hizo........
La guerra es la guerra y los indios, por suerte, perdieron; de lo contrario nosotros no estariamos. Si la historia fuera al reves, dudo que algun indio trasnochado hubiese querido ponerle a alguna calle el nombre de Rauch. No sean ingenuos!!!
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